Dieta para la hipertensión

Una dieta saludable juega un papel clave en el control de la hipertensión. Se recomienda consumir más alimentos ricos en potasio, magnesio y calcio, como plátanos, nueces y verduras de hojas verdes. Limitar la sal a 5 gramos por día ayuda a reducir la presión arterial. Los alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales integrales son beneficiosos. El consumo regular de pescado graso rico en ácidos grasos omega-3 ayuda a mejorar la salud del corazón.

La actividad física ayuda a mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico, como correr, nadar o andar en bicicleta, por semana. Los ejercicios de resistencia también son útiles ya que fortalecen los músculos y mejoran la salud general. Es importante comenzar a hacer ejercicio de forma gradual, aumentando su intensidad y duración a medida que mejora su forma física.

El estrés es un factor importante que contribuye a la presión arterial alta. Las técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. El descanso regular, un sueño adecuado y el apoyo de los seres queridos también desempeñan un papel importante en el manejo del estrés. La capacidad de afrontar situaciones estresantes y el pensamiento positivo ayudan a normalizar la presión arterial.

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